Una de las características de la crisis de los partidos políticos en nuestro país es la falta de masas, de militancia que acompañe al líder o al candidato, como antaño, cuando las plazas se llenaban de miles de fanáticos que llegaban como podían (a pie, en bus, en camión…) a escuchar la oferta de tocar el cielo con las manos, ser los redentores de este mundo impío si cumplían los decálogos del buen militante, si seguían la doctrina política escrita por inspiración divina. 

Y como a falta de pan, buenas son tortas, el ingenio de los “felpudinis” de los “camotillos” creó las portátiles, para subsanar ese vacío de calles y de fervor militante.

Entonces, en base al billete (privado o público) se “alquila” a fans para que los aviven, los aplaudan, los endiosen... 

Se contratan buses, se elaboraban pancartas.

Y se les hace una sesión de animación, para elevar el espíritu y poder gritar fuerte, además de aprenderse las canciones, los lemas y las consignas …

Estas son las portátiles. Que acompañan por diversos lugares a los candidatos y/o líderes, para avivarlos, “felpudinearlos”, aplaudirles y crear una atmósfera contagiante entre quienes puedan acudir a las convocatorias de los partidos políticos.

El tema viene ahora a colación porque un conocido programa noticioso dominguero acusa a la directora de la Oficina Nacional de Gobierno Interior (ONAGI), Dacia Nena Escalante, de desviar fondos públicos con fines de proselitismo político y promover a los gobernadores como dirigentes políticos del Partido Nacionalista Peruano.

La audiencia de ese programa noticioso ha visto los tres reportajes que denuncian esta supuesta irregularidad, así que no necesitamos repetirlo. Lo que no ha sido muy difundido es la respuesta de la directora Escalante, que señala muy enfática que “no ha destinado un fondo para actividades proselitistas”.

Y de la confusa entrevista que le realizaron Sol Carreño y Augusto Thorndike el domingo 13,

podemos rescatar esto:

¿Cuáles son las funciones de los gobernadores?

En la actualidad, los gobernadores se dedican a su función de representación del presidente de la República en los más lejanos lugares del país, y además, desde su jurisdicción, informan:

- sobre el desarrollo de los programas sociales y acciones del Estado,

- sobre los conflictos sociales,

- integra los comités de Seguridad Ciudadana,

- promueve la organización y participación de la ciudadanía en coordinación con las autoridades,

- promueve el diálogo entre las autoridades y las organizaciones sociales,

- participa y apoya en las acciones de Defensa Civil y gestión de riesgos y desastres.

- También tiene la función de garantizar el ejercicio de las libertades y derechos reconocidos por la Constitución Política.

EL PRESUPUESTO

Vayamos por partes para que todo se entienda claramente:

En el portal del Ministerio de Economía y Finanzas –MEF – se presentan gráficos diferenciados entre los presupuestos de la Dirección General de Gobierno Interior (DGGI) y la Oficina Nacional de Gobierno Interior (ONAGI), como se muestra en el cuadro adjunto:

Hay que recordar, sin embargo, que la DGGI cambió de denominación a ONAGI, y por eso el MEF reporta el último trimestre del 2013, como presupuesto de la ONAGI:

El siguiente gráfico explica lo que realmente ocurrió.

En 2013, la DGGI utilizó el 57% del presupuesto, y ya como ONAGI aplicó el 43% restante.

Más claro, ni el agua.

¿Por qué el incremento del presupuesto?

Porque se les reconoció las asignaciones y bonificaciones que legalmente les correspondían y anteriores gestiones no les habían reconocido.

¿TODO EN ORDEN?

Dacia Escalante, Jefa de la ONAGI, ha dicho que ni un solo Sol ha sido desviado a actividades político partidarias. Podríamos creerle o no.

Para reforzar su aseveración ha presentado los oficios N° 0484-2012-IN/OCI y N° 000300-2013/IN/OCI.

En el primer oficio el CPC Raúl Borda Gonzáles, Jefe del Órgano de Control Institucional del Ministerio del Interior, remite al viceministro (de entonces) Iván Vega Loncharich el Informe del Examen Especial a la Información Presupuestaria al 31 de diciembre de 2012, que concluye que “por el periodo del 01 de enero al 31 de diciembre de 2012, no hemos detectado observaciones por tanto no se presentan conclusiones”, es decir no hallaron ninguna irregularidad.

En tanto, en el oficio N° 000300-2013/IN/OCI, se llega a las siguientes conclusiones:

En el segundo oficio, remitido el 26 de abril del 2013, por el mismo CPC Raúl Borda Gonzáles, resalta que ha quedado desvirtuada la denuncia de otro programa televisivo de noticias:

¿Qué pasó el día del Fallo de la Corte de Justicia Internacional, con sede en La Haya?

Según la jefa de ONAGI, Dacia Escalante, estaban en Lima alrededor de un centenar de gobernadores de distintas partes del país, que recogían materiales de escritorio y documentos referidos a su gestión como autoridades políticas.

Para zanjar el tema, el propio presidente de la República, Ollanta Humala, ha dicho:

¿Tienen derecho los gobernadores a estar en estos eventos públicos?

Si el presidente los invita como autoridades políticas a un evento de carácter oficial como tomar conocimiento del fallo de la Corte Internacional de Justicia, tan igual como invitó a ministros, a congresistas, a alcaldes, a presidentes regionales, al Fiscal de la Nación: Si, los gobernadores pueden estar en Palacio de Gobierno.

¿Los gobernadores pueden estar presentes en eventos políticos partidarios?

Como ciudadanos, fuera de sus horarios de trabajo como funcionarios públicos, si pueden ejercer su derecho de participar activamente en política. Lo que no pueden hacer es, como gobernadores hacer proselitismo político (buscar adeptos, hacer acciones partidarias, hacer campaña política, etc.), derivar fondos públicos con fines político partidarios.

¿Eso hacen ahora?

Hasta ahora, además de los testimonios brindados por los gobernadores y otros ex funcionarios, no se han mostrado más pruebas. ¿Será eso suficiente? Esperemos que no, sino nuestra fragilidad institucional tendría características de vidrio que fácilmente puede hacerse añicos.